Mi nueva web

A principios del verano de 2019 decidí por fin renovar mi antediluviana web. Es algo que llevaba años pensando, pero que nunca me decidía a hacer. Básicamente porque suponía mucho trabajo y también porque debía tomar algunas decisiones drásticas que tampoco me hacían demasiada gracia. Luego lo explico.

Pasados unos meses desde que estrené la nueva web me he decidido a escribir esta entrada porque veo que la transición, pese a todos los cambios, ha sido bastante suave y estoy contento con el resultado.

La anterior web se basaba en un diseño y “tecnología” inalterados desde 2005, cuando hice mi última renovación en profundidad. E incluso así, la de aquel año tampoco fue una verdadera renovación “técnica”, ya que seguía usando los mismos medios que ya empleé en las primeras versiones de mi web (¡desde finales de los noventa!).

Y es que hasta hace solo unos meses mi web siempre había sido creada “a pedal”, todo HTML construido offline con Dreamweaver. Y haciendo uso, a diestro y siniestro, de algo que seguramente será considerado como una atrocidad imperdonable por parte de los verdaderos diseñadores web: todos los elementos gráficos estaban distribuidos con la ayuda de “tablas”. Sí: un auténtico dinosaurio.

old_web_dos_columns_dw

Aunque, oye: a pesar de todo cumplió su función bastante bien durante prácticamente 20 años (!). Y aunque en los dispositivos modernos aparecía chiquitina (porque no tenía un diseño flexible) se seguía viendo y pudiendo navegar por ella, bastante bien en una tablet aunque no tanto en un móvil.

Pero ya había llegado el tiempo de renovar, costase lo que costase y hubiera que “podar” lo que fuera necesario.

Pagar por el hosting (como venía haciendo desde siempre) y luego instalar un tema de WordPress no es algo que me entusiasmara. Desde luego es la opción más extendida y conveniente si necesitas potencia, versatilidad, personalización y flexibilidad. Pero por otro lado siempre estarás dependiendo de que el tema elegido sea actualizado convenientemente con cada actualización de WordPress. Y por otro lado, tú eres responsable final de evitar intrusiones, hackeos, etc…

Y lo que tenía muy claro es que en esta “renovación fuerte” quería ir a algo sencillo y sin problemas. No me importaba no tener toda la flexibilidad que te permiten los temas más poderosos y genéricos como Divi u otros mucho más especializados en el ámbito del diseño gráfico, como Semplice.

Estuve investigando y haciendo mis pruebas y llegué a la conclusión de que con el servicio integrado que ofrece WordPress.com (hosting y temas ya incluidos) yo tenía más que suficiente. Y la compañía que está detrás me da mucha confianza, no creo que desaparezcan en unos años ;-)

Pagando la mitad de lo que pagaba antes (solo por el hosting) ahora estoy en esta plataforma con un plan Premium y después de varios meses veo que todo funciona perfectamente y las actualizaciones de contenido son muchísimo más ágiles que antes. No creo que tenga que volver a abrir Dreamweaver… Ah, y el soporte técnico es de 10.

¿Por qué decía lo de las decisiones drásticas? Pues sobre todo porque he tenido que eliminar muchas cosas (al menos para esta primera versión).

Primero: mi vieja web tenía muchísimo contenido, entre otros un montón de tutoriales gratuitos escritos y montados en html (también, por tablas). De momento todo eso no está disponible aquí. Pero quiero que lo acabe estando, de alguna forma, porque me consta que han sido de ayuda para mucha gente desde hace años, y quizá lo puedan seguir siendo. Ya veremos cómo lo hago, porque hay varias opciones, de menos a más trabajo, claro…

old_tutorials.png

 

Segundo: también había trabajos muy antiguos que he preferido no incluir, de momento. He optado por arrancar con una versión que solo incluya lo más “reciente” (aunque hay cosas que son ya de 2003) y también lo más “decente”, en cuanto a calidad. Y lo mismo: seguramente, con el tiempo iré incorporando alguno de esos trabajos viejunos que también me apetece mantener. Más que nada para que pueda verse la evolución de todo mi trabajo. Y quizá también por algo de nostalgia :-)

Tercero: he decidido eliminar toda la formación de pago que tenía en mi antigua web: básicamente una serie de (viejos) video-tutoriales que ofertaba a través de una plataforma de venta online, E-Junkie, que últimamente no me estaba generando más que gastos y prácticamente ningún beneficio. Es posible que todos esos videos-tutoriales los acabe compartiendo gratuitamente en mi canal de Vimeo.

Y finalmente, la que posiblemente más me duele: el tema del idioma. En mi antigua web, prácticamente todo era bilingüe. Usaba un diseño muy “sui géneris” pero que creo funcionaba bastante bien: una maquetación (hecha con tablas) con el inglés a la izquierda y castellano a la derecha. Eso me simplificaba mucho la vida porque, entre otras cosas, no necesitaba duplicar las páginas (una para cada idioma) sino que los dos idiomas iban en el mismo HTML.

old_web_dos_columns

Mantener eso en WordPress es posible, pero añade muchas complicaciones y no quiero usar plugins. Así que en aras de simplificar las cosas decidí reducir todo a un único idioma. ¿Pero cuál?

Mi idioma es el castellano. Es el idioma en el que vivo, hablo y pienso. Y creo que me expreso razonablemente bien. Así que lo más fácil sería optar por él. Pero por otro lado, no nos engañemos, el idioma “universal” en la red es, de facto, el inglés. Y no digamos para temas más técnicos. Cierto es que con el castellano llego perfectamente a cualquier persona de España y Latinoamérica, que está muy bien, pero ¿y para el resto del mundo?

Con el inglés, si me visita un estadounidense o un británico, pero también un alemán, un polaco, un griego, un ruso, un chino o un japonés (que seguramente habrán estudiado un mínimo de inglés en la escuela) será mucho más probable que se encuentren cómodos por aquí. Así que, con toda la pena de mi corazón, opté por la lengua de Shakespeare en lugar de la de Cervantes para la mayor parte de los contenidos de esta nueva web.

Eso sí: me reservo esta zona, mi blog, para expresarme en mi lengua propia, las pocas veces (me temo) que lo vaya actualizando para contar alguna novedad digna de mención.